Presto, salté como un resorte para ver si volvía a oír lo que me parecía haber oído y, efectivamente, volví a escuchar "Parroquia del Santo Niño Belcebú".
¡Ya están aquí! -me dije- ¡Los Illuminati están empezando a tomar el poder en el mismo corazón de la Cristiandad! ¡A las armas! ¡A las armas!
Cuando ya me disponía a coger el crucifijo, el ajo y la estaca, volví a oír, esta vez más claro: "Parroquia del Santo Niño de Cebú".
Para los Reyes del año que viene prometo pedirme un sonotone -o una trompetilla, mejor, que es más clásica y no está el bolsillo para muchos trotes, con esto de la crisis...
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