Siempre ha sido un tópico decir que la palabra "corbata" proviene del término "croata" y que sus orígenes se remontan a la llegada a Francia en el siglo XVII de mercenarios croatas que se anudaban al cuello un colgante similar y que encantó a los franceses.
El auténtico origen de la corbata es muy distinto y en nada tiene que ver con el desfile que realizaron aquellos soldados eslavos por el país galo.
El origen de la corbata es masón. La Masonería, entre algunos de sus ritos iniciáticos, contempla el uso de una soga atada al cuello del aspirante que, a la vez y con los ojos tapados, debe dejar descubierta una rodilla.
En otros ritos masónicos, siempre ha sido preceptivo, además, el uso de traje y corbata oscuros, muchas veces acompañados del ridículo mandil que todos conocemos.
Por cierto, podréis distinguir claramente a los masones de entre vuestros políticos por esa especial querencia por los trajes negros que manifiestan la mayoría de ellos. Os podéis llevar sorpresas..., sí, especialmente por su abundancia en la Derecha española...
Así que, queridos amigos antimasones, debéis saber que, cada vez que os colocáis ese colgante, difundido por todo el mundo por la omnipresente y "discreta" organización, no estáis haciendo otra cosa que manifestar inconscientemente vuestra sumisión ante ella.
2 comentarios:
interesante es mucha coincidencia que testigos de jehova mormones adventistas banqueros politicos y sirvientes de la elite usen la corbata habiendo otras opciones es muy raro pero esstamos tan acostumbrados que no ponemos atencion en nuestras propias narices nos ocultan su gran conspiracion buen blog saludos y suerte en tus actividades walle1313
Respetable,
Más allá de una aparente coincidencia, que a propósito, no lo es; sea que los engañados séquitos descritos tales como Testigos de jehova, Mormones, Adventistas, y otros menos religiosos y más nigrománticos; banqueros, políticos y sirvientes de alguna élite, no es pues otra que la Orden Masónica, y su hija luceferina Illuminati (incluido séquitos y nigrománticos mencionados aquí), a la cual sirves, estimado lector, toda vez que formas parte del consumismo humano.
Sirva lo presente para afienzar el tema conspirativo, aquél que en verdad, existe.
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